La niña que jugaba al mañana...
Cuando era niña me encantaba imaginarme la vida que tendría cuando creciera. Creo que siempre tuve esa habilidad casi mágica de visualizarme, la capacidad de verme a mí misma en un futuro que aún no existía. Me veía caminar, vestirme, lograr cosas que ni siquiera comprendía del todo. No era un acto profundo, no era una visión espiritual… era simplemente mi juego favorito. Un juego donde la imaginación abría una ventana limpia hacia un mañana que yo inventaba sin miedo.